Hoy los políticos del régimen surgido de la llamada transición española, sean
del signo que sean, llaman a su actividad: TRABAJO. No tienen ningún escrúpulo
en decirlo. Que si "estamos trabajando en esto" que si "estamos
trabajando en lo otro". Efectivamente ellos están en la política no por ideales
sino para TRABAJAR. O sea utilizan la política como un medio de vida cuyo fin
es conseguir y lograr perpetuarse en el poder por todos los medios posibles. Es
así porque si no lo fuera perderían el trabajo, y por tanto, el medio de vida.
Los principios, los ideales, los ciudadanos, la patria y todos los demás
mortales, no les importamos absolutamente nada. Solo ellos, la élite de poder que lo mantiene, su partido y los que forman su sistema de poder incluidos los adversarios y demás "señoríos" pertenecientes a la casta política. Para eso es su TRABAJO, dedicado en exclusiva a la conquista del poder sin importar los medios que se utilicen. El régimen que nos han instalado es un sistema
político de “partitocracia neofeudal” basado en un único principio basado en "tu
me apoyas yo te doy" y financiado por los múltiples "pesebres" creados
a costa del erario público, de las que se ceban empresas, entidades afines, militantes,
simpatizantes, etc. que se reproducen y reconstituyen a través de los “Presupuestos PÚBLICOS”,
con el dinero obtenido de los impuestos sacados de los bolsillos de los ciudadanos contribuyentes,
distribuidos en partidas presupuestarias, que tienen como fin ser devorados por los
distintos entes, instituciones, empresas y chiringuitos “PÚBLICOS” pertenecientes a la Administración del Estado, de las CC.AA., de los
Ayuntamientos, etc., sin ningún control independiente ni acceso directo de los ciudadanos.
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