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sábado, 18 de enero de 2014

No hay un solo avance del hombre que pueda prescindir de la tecnología.


Yo creo que ese dios justo y todopoderoso que nos juzgara como siempre hemos creído, no estará nunca directamente al alcance de la mano del hombre. Por mucho que nos hemos esforzado en hacer sistemas políticos y económicos justos siempre han terminado corrompiéndose por la intervención directa del hombre en esos objetivos. Todos los hombres serán siempre como son y han sido desde hace un par de millones de años que aparece el genero homo. Su evolución y desarrollo intelectual viene siempre asociado al dominio y ejecución de tecnología o de algún elemento tecnológico o a la asociación de las tecnologías existentes en cada momento. Hasta la propia evolución física, su desarrollo biológico, la adaptación al medio, la mejora de la esperanza de vida y los problemas de funcionamiento biológico, desde que el género homo se transforma en homo sapiens y llegamos hasta el hombre actual, ha estado  siempre relacionado y es producto de su cada vez mayor cantidad de relación e interacción con la tecnología.
La mejora del Estado, la sociedad, la economía y la justicia, solo puede avanzar si nos asociamos en estos campos cada vez más a la tecnología. Para lograr una verdadera justicia tenemos que ir sustituyendo a niveles cualitativos y cuantitativos nuestra toma de decisiones y programaciones con nuevas tecnologías y siempre con la ayuda de la tecnología y de los programas informáticos, la elaboración de algoritmos cada vez mas sofisticados y la ayuda de las computadoras para relacionarlos más allá de la capacidad humana aislada. A la vista de éste razonamiento, el titulo de ésta reflexión parece una simplicidad evidente pero para quitar el sentido egocéntrico y territorial del hombre a veces hay necesidad de contar e insistir en las verdades de perogrullo.



jueves, 16 de enero de 2014

Las entelequias pueden durar siglos sin que nadie se las cuestione.


Para que los pensamientos no sean entelequias que solo sirvan a los fines de la persona particular que los emite o que tengan el poder de legitimar los argumentos y justificaciones propias que le sirvan o le parezcan válidas sólo a esa persona, para todo ello, se tienen que definir cada uno de los elementos, estructuras y conceptos que componen el pensamiento o fenómeno determinado y ponerlo en relación con los elementos, estructuras y conceptos que formarían el pensamiento o fenómeno, en toda su dimensión, desde un espacio y un tiempo hasta su contrario, y solo de esa forma puede compartirse y podría ser comprensible para los demás.
Con ésta forma se lograría abarcar todo el espectro físico y espiritual de los pensamientos, de las descripciones y de los fenómenos, necesarios para formular una idea, un pensamiento o conformar una estructura de la realidad que pueda ser comprendida, medida y evaluada, que pueda acercarse lo más posible a la observación como si de un objeto se tratase, que se pueda examinar, probar, cotejar, confirmar, revisar, constatar, demostrar, evidenciar, justificar, y poder llegar a ser considerado verdadero por todo el mundo..
Las entelequias se han empleado sistemáticamente en las religiones pero también en las otras disciplinas basadas en la fe emocional, el convencimiento, la suposición o la presunción, como sería el caso de la demagogia que es el residuo de la política, el sofisma que es el residuo de la filosofía o el egocentrismo que es el residuo de la espiritualidad.
Las entelequias tienen una eficacia social enorme porque van directamente a la fe emocional, de hecho, casi todas las estructuras de normas y valores sociales, culturales y morales, se construyen con entelequias que se aceptan sin discusión, a pie juntillas. 
Además, las entelequias tienen la virtud de que al ser conceptos vacuos o ideales sin consistencia física son muy difíciles de desmentir o desmontar y es difícil emplear argumentos que los puedan poner en cuestión. Pueden durar siglos como así ha ocurrido sin que nadie se haya cuestionado las principales entelequias que campan por el mundo.


martes, 14 de enero de 2014

La solución estaría en trabajar también las causas.


Lo fácil está en adoptar una actitud pasiva y ponerse en manos de un mediador que le haga un tratamiento de los efectos psicológicos que se producen con la depresión y con la ansiedad. 

Sin embargo, la solución estaría sobre todo en trabajar también las causas que siempre se olvidan y que suelen ser las más importantes y principalmente son las causas de interacción del individuo con el medio social (familiares, laborales, etc.), cultural (normas y valores de interacción) y ecológico (habitat, ecosistema, etc.) que pudieran estar asociadas al estado de depresión o de ansiedad que se le ha ido generando. 

El afectado normalmente suele ser consciente, saber y decir las causas que le han llevado a sentirse así o al menos describe qué cosas entiende o cree pudieran ser las culpables o causantes que le han llevado a esa situación. 

Si esto fuera así habría que hacer un programa de adaptación temporal y espacial al medio donde se producen esos problemas bien por sí mismo o bien con la ayuda de un experto en interacción. Tendría que realizar un análisis de todo el sistema de relaciones en el ámbito físico y/o espiritual. A continuación poner alternativas diferentes de relación o de interacción y entrenarse en adoptar las actuaciones más adecuadas, bien por si solo, o bien con ayuda de un entrenador. Asimismo para fijar y convertir en habitual los hallazgos encontrados que repercutían en ese estado y para encontrar una nueva programación de las relaciones y búsqueda de nuevos algoritmos de interacción, sería muy conveniente ir a sesiones de ayuda mutua de afectados que estén en proceso de desprogramación de hábitos y de descodificación y codificación de otros alternativos. Simplemente poder vivir el presente y estar en paz. Así de fácil pero a veces tan difícil.

La realidad que nos solemos encontrar es que nadie se cuestiona a sí mismo y toda la culpa se la echa a los demás y sin el paso de cuestionarse a si mismo y trabajarse los defectos de personalidad la solución será difícil, lejana y cara. Pero el ser humano es así.


miércoles, 8 de enero de 2014

Propuesta algorítmica para la interacción social.

Interesante propuesta algorítmica para la interacción social y cultural. Se presenta una relación de normas y escalas de valores, producto de un entrenamiento consciente de la realidad cotidiana a lo largo de años, en unas circunstancias particulares de un individuo que recoge por un mecanismo de ensayo/error, y que quiere transmitir a otras personas análogas social/cultural y económicamente, sus conclusiones. 
Puede servir de guía o debate apropiado para individuos que se encuentren en una clase y estatus social parecido al que hace la propuesta, situado más o menos entre la media y la alta burguesía de un país o región más o menos desarrollado.


Jackson Brown es un padre preocupado por la felicidad de su hijo y por ello le escribió estos “consejos” cuando este se fue a estudiar a la Universidad, lejos de su casa. 
Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros. Los mensajes tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos, Life's Little Instruction Book, una publicación que rápidamente se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas. He aquí los consejos.

Hijo:
• Cásate con la persona correcta. De ésta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria.
• Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
• Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
• Ten un buen equipo de música.
• Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
• Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
• Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
• Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
• Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
• Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
• No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
• Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
• Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
• Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
• Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
• Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
• Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.
• Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
• Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas.
• No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
• Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
• Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
• Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave.
• Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'.
• Nunca confundas riqueza con éxito.
• No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
• No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
• Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
• Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
• Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
• No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
• No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
• Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
• No confundas confort con felicidad.
• Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
• Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca).
• Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
• Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
• Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
• Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
• Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
• La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.