Vistas de página en total

miércoles, 17 de agosto de 2011

Hace unos pocos años la homosexualidad, la ninfomanía, el travestismo, el sexo oral, la masturbación o las llamadas parafílias, se consideraban trastornos muy serios.

Mucha gente sufrió y sigue sufriendo graves perjuicios por los diagnósticos y dictámenes periciales de profesionales que piensan que la mente es patrimonio de ideologías y creencias o que los individuos tienen que estar en armonía con los planteamientos oficiales.
Los cambios de las normas y valores, la disparidad en el comportamiento social y las contradicciones, producen dobles vínculos que pueden  llevar perfectamente a una bipolaridad en la actuación de sujetos sanos y normales. Esta situación puede conducir fácilmente a episodios esquizofrénicos que pueden cronificarse de forma irreversible y sin marcha atrás si no se sabe sacar a estos sujetos sanos y normales de esos ambientes tóxicos y contaminados. Porque lo que son opciones subjetivas a veces se ha considerado oficialmente trastorno o enfermedad. Han sido y aun son catalogadas oficialmente a muchas actuaciones sociales como problemas de la mente lo que en realidad el desacuerdo con ellas depende de convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinado.

1 comentario:

  1. Un claro ejemplo lo tenemos en la isla de Fuerteventura ,donde tras la guerra civil española, la creación del campo de concentración de Tefía donde durante años se retuvieron a los presos republicanos, a quienes en trabajos forzosos, se les obligó a realizar determinadas obras de acondicionamientos de carreteras e incluso a taladrar los túneles del Barranco del Ciervo para facilitar el acceso a Cofete. Posteriormente el campo sería usado para encerrar y castigar a los homosexuales, quienes simplemente por manifestar su opción sexual eran penalizados en Tefía.
    Esto indica que las opciones políticas , ideológicas ,sexules,etc ortodoxas , están definidas por dterminados grupos y condicionan todo un momento histórico

    ResponderEliminar