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sábado, 14 de junio de 2014

Hay gente que siempre está a la izquierda de la izquierda o a la derecha de la derecha.

Para esta ideología política nunca hay líder, ni régimen, ni realizaciones de cualquier tipo a su gusto. Siempre hay algo mal. Les sacan la punta a todo y atacan de manera furibunda y hasta empleando la violencia, cualquier líder o realización que surja. Siempre hay algo para su gusto que no está bien. Todos los líderes a la corta o a la larga tienen algún "fallo" y hay que derrocarlos. Cualquier realización política no es "perfecta" y por tanto hay que tirarla abajo desde sus cimientos, pero no dicen lo que hay que poner en su lugar ni lo saben hacer. Cualquier actuación política, iniciativa, trabajo o construcción hay que derruirla o criticarla por sistema. Se creen que sólo ellos están en la posesión de la verdad absoluta. La verdad es su exclusivo patrimonio y que los demás están equivocados. Pero tampoco saben dar una respuesta o una alternativa. Solo criticar y destruir eternamente.
Al líder que más desesperó la actitud de los "izquierdistas" fue a Stalin. Stalin que después de confiar en ellos y darles poder, viendo la dinámica que realmente tenían, les quitó el poder de golpe, y no solo eso, sino que se los quitó de encima, y los persiguió y continuó persiguiendo no solo en la Unión Soviética hasta sus últimos rincones, sino que envió a gente por todos los países del mundo para buscarlos hasta debajo de las piedras. Es cierto también que Stalin se pasó con ellos y con los otros, varios pueblos, y nunca mejor dicho. Es cierto también que esta ideología política es muy contaminante y puede envenenar e intoxicar fácilmente a toda la población con sus cantos de sirena, por lo que no deja de ser peligrosa.

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